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Khipuy 2021

Ichu torcido y recubierto con lanas 

1.2m x 9m x 0.4m

Kjolle - Lima

Khipuy es una pieza creada en colaboración con las tejedoras de la comunidad de Kacllaraccay, en Maras, Cusco, durante el año 2020. 

 

La palabra Khipuy significa anudar en quechua, y fue elegida como título porque proyecta la idea de un organismo vivo que guarda una memoria del territorio y saberes colectivos que se necesitan seguir transmitiendo.

 

Concebida con una naturaleza versátil y dinámica, la pieza se materializó en 1,200 metros de ichu trenzado (q’eswa), transformado en soga y luego forrado con lanas de oveja y alpaca —algunas teñidas con tintes botánicos locales— para dar vida a 35 cuerdas madres. 

 

Su primer emplazamiento fue en el MALI, en octubre de 2020, instalándose en el patio de recepción como una gran circunferencia: símbolo de inicio y gesto de bienvenida a la primera muestra arqueológica de khipus en Lima.

 

Un año más tarde, en Kjolle, la obra se presentó en una nueva configuración del verbo para ubicarse en dos paredes verticales de 8 m. El círculo inicial se subdivide en un acto que imita la meiosis para conformar dos nuevas composiciones en el espacio a gran escala.


 

Colaboradores: Francisca Mamani, Gregoria Quillahuamán, Ceferina Enríquez, Elva Enríquez, Ceferina Ataú, Faustino Quispe, Santiago Pilco, Eduardo Yucra, Gabino Solama, Mater Iniciativa y Chazz Design Studio.

Khipuy is a piece created in collaboration with the weavers of the Kacllaraccay community in Maras, Cusco, in 2020.

The word Khipuy means “to knot” in Quechua, and was chosen as a title because it conveys the idea of a living organism that preserves the memory of the territory and collective knowledge that must continue to be transmitted.

 

Conceived with a versatile and dynamic nature, the piece was materialized in 1,200 meters of braided ichu (q’eswa), transformed into rope and then wrapped with sheep and alpaca wool—some dyed with local botanical pigments—giving life to 35 mother cords.

 

Its first installation took place at MALI (Museo de Arte de Lima) in October 2020, where it was arranged in the reception courtyard as a large circle: a symbol of beginning and a gesture of welcome to the first archaeological exhibition of khipus in Lima.

 

A year later, at Kjolle, the work was presented in a new configuration of the verb, this time spread across two vertical walls measuring 8 meters. The initial circle subdivides into an act that echoes meiosis, giving rise to two new large-scale compositions in space.

Collaborators: Francisca Mamani, Gregoria Quillahuamán, Ceferina Enríquez, Elva Enríquez, Ceferina Ataú, Faustino Quispe, Santiago Pilco, Eduardo Yucra, Gabino Solama, Mater Iniciativa, and Chazz Design Studio.

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